El arquitecto portugués ofrece una conferencia en la Fundación Valentín de Madariaga invitado por la Cátedra Blanca Cruz y Ortiz de la Universidad de Sevilla.
Francisco Aires Mateus dirige junto a su hermano Manuel el estudio de arquitectura Aires Mateus. Afincados en Lisboa, Profesores de la Universidad de Harvard, Lisboa, Oslo o Mendrisio, comparten la actividad docente con una profusa e interesante carrera nacional e internacional de proyectos construidos, mostrando una singular perspectiva de la arquitectura.
Aires Mateus define sus proyectos y obras con un sello personal muy reconocible, tremendamente expresivos y con un trato exquisito de la representación gráfica, que permite el acercamiento de la arquitectura a todo aquel no familiarizado con la interpretación de planos, facilita la lectura de sus proyectos y describe los espacios de una manera muy intuitiva. Este método tan didáctico de representación va acompañado de una poética sólidamente argumentada de cada intervención proyectual, huyendo de la banalidad y centrándose en el cumplimiento de un programa, la materialidad del entorno, la funcionalidad, la creación de espacios diferentes y el trato de la luz, las texturas y los materiales; todo ello sin olvidar algo tan esencial como los requerimientos del cliente, detalle frecuentemente olvidado siendo la base de todo encargo: cubrir una necesidad concreta.
En esta conferencia se describen cinco proyectos de diversa índole y magnitud: el Faro de Cascais, Residencia de ancianos en Alcaçer, Centro de monitoreo ambiental en Azores, las Termas en Sierra Estrella (en fase de proyecto) y su aportación al Common Ground de la XIII Biennal di Venezia con el proyecto Radix.
Destacan en todos estos proyectos el acercamiento al lugar, el análisis del entorno, el estudio de los materiales o la discreción de su implantación. Es fascinante la manera en que Aires Mateus encuentra argumentos de peso en todos estos factores para la materialización de cada obra, con una poética entrañable arraigada a la historia, al lugar y a la tradición pero con trazos contemporáneos, espacios impredecibles, secuencias sorprendentes y detalles elegantes.
En una conferencia tan amena, divertida y tan interesante como esta se echa en falta quizá la profundización en la realidad constructiva, en los detalles, en las entrañas del edificio que se observan finamente cuidados en los encuentros infinitos, en los planos imposibles o en las carpinterías escondidas, pero que, al tratarse de una conferencia final de un curso de aprendizaje en lo arquitectónico, podría ir más allá y compartir lo mundano que comparten todas las obras: el proceso constructivo.